El espacio tratado esta situado en el tercer piso de un edificio localizado en el céntrico barrio del eixample en Barcelona.
La vivienda de superficie rectangular, alargada y estrecha consta de dos fachadas, una que da a la calle Valencia y otra que da al interior de las islas, el resto son medianeras.
El encargo que se recibió por parte del cliente fue tratar la mitad del piso que da al interior de las islas.
Los requerimientos por parte del cliente fueron: Diseñar una distribución en que se agrandara el salón comedor y se obtuviera mayor luminosidad, manteniendo el número de dormitorios y otorgándole al conjunto un espíritu con carácter renovado.
El espacio constaba de un recibidor, baño, salón comedor, cocina, trastero y dos dormitorios.
Con el fin de ganar mas espacio en el salón comedor se decidió en el nuevo programa eliminar el trastero y colocar en los dormitorios armarios empotrados.
La solución que se propuso para que el espacio obtuviera mayor iluminación natural fue la de sustituir parte de los tabiques divisionarios por unas estructuras de acero plafonadas en madera y vidrio creando un nuevo juego visual en la vivienda y permitiendo de esta manera que la luz bañase el interior del salón comedor.
La medianera que da al salón fue repicada y pintada en blanco para mostrar el aparejo del ladrillo macizo con el fin de ganar textura y estar en consonancia con el resto de paramentos verticales.
Se opto por conservar y restaurar el pavimento ya existente en el salón comedor y dormitorios, en cambio en la cocina y el baño se colocaron piezas de mármol.
Los falsos techos originales al encontrarse en un estado de mala conservación fueron sustituidos por placas de cartón yeso.
En el diseño de la iluminación se tuvo en cuenta que las nuevas texturas ganaran protagonismo y que la vivienda se iluminara de forma correcta.